sábado, 16 de marzo de 2013

Esquiando el Pico Aquiana

Mucha nieve está  cayendo este mes de marzo de 2013 en todas las cordilleras y montañas de la zona de Bierzo. Concretamente en El Morredero y Montes Aquilianos estamos viendo que semana tras semana desde principios de febrero cae alguna nevada y muchas de ellas copiosas. También es cierto que pocos fines de semana el tiempo acompañó y hay que hacer malabarismos para poder disfrutar de toda esa nieve.

Desde El Morredero hasta las Peñas de Ferradillo la nieve ha sido constante este último mes.




Las previsones para el fin de semana del 16 de marzo seguían la tónica de toda la temporada y apuntaban a nevadas por encima de 1200 m. con vientos moderados de componente sur en altura La carretera de acceso al Morredero seguía cortada por la fuerte nevada y los quitanieves tendrían para dos o tres días de trabajo antes de poder abrirla.
Desde Ponferrada el Pico Aquiana se veía muy cargado en esos días y sabíamos que subiendo por la carretera del Campo de las Danzas a la altura del merendero la nieve ya cubría toda la zona. Para llegar a la cumbre se puede subir por bosques de pinos y robles, lo que nos anima a intentarlo porque pensamos que estaremos a resguardo de los vientos; además es un pico que conocemos de subirlo a pie o en bici de montaña pero núnca con los esquís, lo que es un aliciente más.


La mítica cumbre Aquiana vista desde la glorieta de las pimenteras de Ponferradada. Cumbre piramidal que con sus 1846 metros es una desde las que mejores panorámicas se pueden contemplar de todo el Bierzo, la Cabrera y Valdeorras.

Confiábamos en que la subida por el bosque nos resguardara de los vientos de Sur que soplaban esos días y que la nieve fuese abundante en los sotaventos de los caminos forestales. Además la baja cota a la que se encontraba la nieve permitía un fácil acceso con un turismo. El plan era subir por la cara oeste y bajar la pala noreste si las condiciones meteorológicas lo permitían y sino descender por el mismo camino de la subida.

Cara noreste de la Aquiana vista desde la carretera del Morredero, con la pala evidente que baja a la derecha de la mole dolomítica conocida como los Doce Apóstoles. El perfil de esta cumbre desde esta zona se asemeja claramente a la de un volcán con la cumbre alargada del cráter.

Por la zona oeste de la Aquiana se observan los bosques por los que pretendíamos subir.

El sábado 16  a las 8.30 de la mañana salimos dirección Campo de las Danzas con la montaña cubierta de nubes y lloviendo en Ponferrada. Al llegar a la cota 1200 la lluvia se convierte en nieve y la carretera se hace intransitable para un turismo por lo que aunque intentamos avanzar algo más poniéndo las cadenas al final decidimos empezar a foquear algo antes del merentero a una cota de 1250 m.



Y empezamos a foquear con buena nieve y con el camino bien marcado gracias a la protección que ofrece del bosque.





A medida que vamos cogiendo cota la nevada se hace más copiosa y las pendientes se hacen más duras, aunque todo ello compensa con los paisajes de bosques nevados que atravesamos, que bien pudieran parecer los Alpes o los Pirineos.





Después de 5,5 km de esquí de travesía y de 640 m. de desnivel positivo, alcanzamos la cumbre ya con ventisca y frío porque aqui desaparece la zona con árboles. En la cumbre nos encontramos con la edificación que sirve de caseta de vigilancia en verano y con la ermita en ruinas en la que se adoraba a Nuestra Señora la Virgen de la Aquiana, hasta la extinción del monasterio de Montes de Valdueza.

Caseta de la cumbre de la Aquiana que sirve en verano de punto de vigilancia containcendios dado lo privilegiado de su ubicación.








Vistas las condiciones de baja visibilidad decidimos que debemos descender por el mismo camino de subida, que al final se convierte en una larga pista de esquí con 5,5 km de longitud con tramos de rojas, de azules y de verdes.


La bajada se hace entretenida con el relieve bastante bien marcado. Aqui Coca divirtiéndose con un salto.

Marcos esquiando a 1350 m. con nieve aún en buenas condiciones.
La visibilidad mejora a medida que bajamos hacia el valle.


Conseguimos regresar con esquis hasta dónde habíamos dejado el coche a 1250 m. de altitud.

Jóvenes mastines que nos despiden bajando hacia Ponferrada.
Lllegamos al coche a buena hora para bajar a comer a casa y con una sonrisa de oreja a oreja porque si bien no pudimos bajar por la pala noreste, la mañana de foqueo por los bosques de la Aquiana y el posterior descenso por el mismo lugar nos dejaron buen sabor de boca, sobretodo teniendo en cuenta que las condiciones eran muy adversas y que el fin de semana parecía perdido. Y con la sensación de haber encontrado una buena zona para esquiar en días de temporal y a 20 km de casa.

Saludos.


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